Un total de quince casquillos de
proyectiles nueve milímetros fueron recolectados por funcionarios del
Eje de Investigaciones de Homicidios del CICPC-Zulia en los alrededores
del auto Mustang Cobra donde fue
asesinado a las 10:40 de esta mañana Antonio Martín Olmos Torres (43),
justo cuando salía del pulilavado Hollywood Car Wash en la calle 72 de Maracaibo. La
víctima llevaba una pistola del mismo calibre marca Glock pero no le
dio tiempo de usarla. Lo sorprendió un pistolero solitario que vestía
una chaqueta negra con letras alusivas a una empresa de vigilancia
privada. El sujeto bajó de la parrilla de una moto y según testigos, en
una camioneta Toyota 4Runner, color negra, se encontraban otros dos hombres monitoreando el sicariato.
Los
investigadores presumen que la muerte fue un encargo y estuvo
debidamente planificada. Olmos era cliente del local donde llevaba
además de su Mustang, un BMW. La víctima residía con su esposa y dos
hijos en un edificio ubicado en la intercepción de 5 de Julio con la
avenida El Milagro y se cree que desde allí lo siguieron hasta hallar el
sitio donde este se detuviera para quitarle la vida.
El crimen fue grabado por cámaras de seguridad del pulilavado y otros locales comerciales. Detectives
analizaban los videos luego del homicidio y en algunos de estos
observaron al pistolero. Hasta los momentos no ha sido identificado y
desde hoy mismo ordenaron realizar retratos hablados. No se descarta que
se trate de un sicario “importado” que rentaron para cometer el
asesinato.
Antonio Martín Olmos,
murió en el acto al recibir no menos de diez balazos. Algunos de los
proyectiles que salieron de la pistola del homicida se estrellaron
contra la estructura de un establecimiento en mantenimiento alojado
diagonal a la escena del crimen. Expertos en criminalísticas
recolectaron dos de los plomos que se estrellaron contra el concreto.
Aún
no se tiene claro el móvil del asesinato pero trascendió que se trató
de un ajuste de cuenta por una deuda millonaria que el hoy occiso
contrajo con un grupo de personas tras un “negocio” del cual no se dio
detalles. Olmos presuntamente se dedicaba a negocios de importación,
reveló una fuente policial.
Con este
hecho sangriento suman dos los sicariatos cometidos en el área más
comercial de Maracaibo. El pasado martes a las siete de la noche bajo la
misma modalidad le dieron muerte a un hombre que tenía apenas un día de
haber llegado a Maracaibo de Panamá para asistir al sepelio de su
madre.
La víctima, Juan Marcelino
Ramones Blanco (36), fue ultimada de tres balazos en la cabeza cuando se
encontraba al volante de una camioneta Jeep Cherokee,
vinotinto, placas AA856YP, propiedad de uno de sus parientes, quien se
la había prestado para que se movilizara en la ciudad. El homicidio
ocurrió en el estacionamiento del Unicentro comercial Virginia y según
las primeras indagaciones de los investigadores Ramones presuntamente
mantenía una deuda en dólares y al no cumplirla ordenaron su muerte.
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