Dicha auditoría, reclamada por el candidato opositor Henrique Capriles y respaldada por el propio Maduro, es un "paso importante, prudente y necesario", señaló a periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien por otro lado se congratruló por el "proceso pacífico" electoral.
"En concordancia con las expectativas democráticas de todos los venezolanos, tiene sentido que el recuento (de los votos) sea realizado antes de que se tomen medidas adicionales, como la certificación oficial de los resultados", estimó un portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.
El ministro de Información venezolano, Ernesto Villegas, adelantó que Maduro sería proclamado este lunes por la tarde.
Maduro obtuvo la victoria con 50,66% de los votos frente al 49,07% del líder opositor, una diferencia absoluta de 235.000 votos, según las cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Capriles ha denunciado miles de "incidencias" que podrían haber afectado el resultado final de la reñida votación.
Estados Unidos toma nota del llamado de Capriles a indagar esas denuncias y "pide que se realice esa investigación", dijo Ventrell.
"El propio Maduro ha dicho que está de acuerdo con un recuento total, así que dejemos que el proceso avance", llamó Ventrell, quien dijo que hasta tanto no se realice la auditoría Washington no hará un juicio de valor sobre las elecciones.
"En términos de hacer un juicio sobre cómo fue la votación, estaremos en consultas con nuestros socios regionales", dijo el portavoz.
Asimismo, Ventrell llamó a los venezolanos a la "calma".
Estados Unidos y Venezuela mantienen tirantes relaciones desde que Chávez llegó al poder en 1999 y carecen de embajadores desde 2010.
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